No sólo te inventé, también te quise
volando por tu piel como un insecto;
yo era un muro capaz de violentarte
y así lo demostrabas, con desprecio.
Desde un beso pasaste hasta el hastío
y el hastío tornado en delirante
sistema de matar, te volvió loco.
Mataste nuestra historia, nuestros nombres,
nuestro modo de hacer mieles, pasiones,
cruzaste al lado oscuro sin aviso
sembrado de odio y rabia permanente.
Como un triste asesino te movías
en razones absurdas inventadas…
la víctima primera eras tú mismo,
malherido ante el cambio de tu centro.
La catarsis cerró tu antigua vida
y la mía, creyéndote importante.
En esta confusión te di mi aliento
errando, pues segaste mi existencia.
Poema e imagen de Enfero Carulo
A todas esas mujeres que han sufrido abandono, insultos, crímenes, violencia..., porque todos tenemos la obligación de dejar constancia de nuestro tiempo y de alzar la voz para denunciar la injusticia.