Diego Jerez


Derrámate otra vez


Morena de caderas pendulares

y senos generosamente anclados;

vestal de mis ardores extremados;

cadencia con humor de lupanares.



Derrámate otra vez como los mares

sobre estos miembros turbios y cegados,

desata una tormenta de bocados,

de alientos y embestidas medulares.



Derrámate en mis sábanas sedientas,

levántate hacia mí como las olas,

apúrame hasta hallarte el mismo centro.



Ardamos como cúspides violentas,

que tengo el pulso atroz de ganas solas,

y un fuego ensangrentado ardiendo dentro.



Diego Jerez






Totocla






Totocla, payasa de La mar salá




LA DISTRAÍDA

No estás ya aquí. Lo que veo
de ti, cuerpo, es sombra, engaño.
El alma tuya se fue
donde tú te irás mañana.
Aún esta tarde me ofrece
falsos rehenes, sonrisas
vagas, ademanes lentos,
un amor ya distraído.
Pero tu intención de ir
te llevó donde querías
lejos de aquí, donde estás
diciéndome:
"aquí estoy contigo, mira".
Y me señalas la ausencia.

Pedro Salinas






Ver álbum de Totocla
(Hay que tener instalado el Picassa)

Ponte peluca





POEMA DE LAS COSAS

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento
oirás que alguien te llama sin que tú sepas quién,
y aprenderás entonces, que hay cosas como el viento
que existen ciertamente, pero que no se ven...

Y también es posible que una tarde de hastío
como florece un surco, te renazca un afán,
y aprenderás entonces que hay cosas como el río
que se están yendo siempre, pero que no se van...

O al cruzar una calle, tu corazón risueño
recordará una pena que no tuviste ayer
y aprenderás entonces que hay cosas como el sueño,
cosas que nunca han sido, pero que pueden ser...

Por más que tú prefieras ignorar estas cosas
sabrás por qué suspiras oyendo una canción
y aprenderás entonces que hay cosas como rosas,
cosas que son hermosas, sin saber que lo son...

Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín,
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.


Jose Ángel Buesa