MI NOMBRE (que está a un centímetro de mi)




Tal vez la adolescencia
contenga más sorpresas que el invierno.
Quizá, probablemente
la huella de su paso quede inserta
urdiendo el  nombre nuevo
sobre un lienzo pintado.

Como un mejor amigo suicidado
mi nombre me embargaba sin quererlo
chocando contra un tren...

Llegó siendo tarjeta quedándose en las dudas,
un cofre sin respuestas
gritándome al compás de las sonrisas
cargadas de poetas.
No pude preguntar significados
ni pude estrangularme con los nudos
del pleno de misterios.
Quedó el nombre con causa
como un papel tintado
sobre un pecho tallado de demandas.

Así me lo propuse:
llegar al cementerio con la suma
de letras y saber qué requerían.
Algún día prometo volver con mi proyecto concluido.

Poema y fotografía de Enfero Carulo

Butoh, serie finalista Fotoactitud, poema de José Hierro

                    Imágenes de Enfero Carulo, poema de José Hierro

Luz de tarde
 
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar estas cosas.
Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como ésta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.

De "Alegría" 1947